El Modelo SAMR: La Aplicación Significativa de la Tecnología
El crecimiento de la tecnología ha llegado a todos los ámbitos de la sociedad cambiando la manera en la que vivimos, nos transportamos o incluso interactuamos socialmente con nuestros iguales.
Esta vorágine exponencial de crecimiento tecnológico salpica a todos los aspectos de la sociedad incluyendo la educación donde políticos y profesionales de este campo han saltado a la corriente de la transformación digital sin, muchas veces, un conocimiento extenso de esta, lo cual evita su aplicación de una manera significativa y con un objetivo concreto.
Muchos maestros han sido empujados a aplicar la tecnología en sus aulas sin una formación previa convirtiéndose en un obstáculo en vez de una herramienta facilitadora que potencia la pedagogía del maestro.
La tecnología en el aula
A la hora de llevar a cabo una transformación digital debemos tener en cuenta lo siguiente:
La tecnología es únicamente una herramienta que sirve para potenciar la pedagogía del maestro, pero nunca tienen que ser el centro del aprendizaje reemplazando al modelo pedagógico que utiliza el maestro.
La tecnología en el aula es una herramienta potenciadora que no es útil si no se aplica de una manera significativa y con una preparación previa.
El uso de la tecnología puede confundirse con innovación educativa teniendo una base pedagógica muy frágil.
Muchas veces nos olvidamos de hacernos preguntas tan básicas como ¿Podría retirar estos nuevos materiales innovadores de clase y la vida seguiría igual? Si la respuesta es sí, estamos haciendo algo mal. La tecnología tiene que permitirnos realizar actividades o crear ambientes de trabajos a los que no podíamos acceder anteriormente. Si no están cambiando nada en nuestras clases y la esencia de estas sería igual si retiráramos estas herramientas, estas herramientas no están potenciando nuestro estilo de enseñanza y pasan a ser un obstáculo más que un beneficio para nuestra práctica.
El Modelo SAMR
Para evaluar la práctica docente y la aplicación de la tecnología en el aula. Nos gusta utilizar el modelo SAMR, modelo que fue creado para evaluar la aplicación de la tecnología en el aula, con el que valoramos el beneficio potencial que tienen estas herramientas, así como, el impacto que su uso tiene en nuestra práctica docente.
Este modelo y se divide en cuatro escalones de una pirámide emulando la taxonomía de Bloom:
- Sustituir
- Aumentar
- Modificar
- Redefinir
Los dos primeros niveles (sustituir y aumentar) son parte de la base de la pirámide que se considera la zona de potenciación, mientras que los dos últimos niveles (modificación y redefinición) forman parte de la zona de transformación siendo considerada esta zona el nivel más alto de transformación digital.
En el nivel de sustitución, la tecnología actúa como una mera sustitución de un elemento no tecnológico sin aportar ningún cambio estructural. Por ejemplo, escribir en un editor de texto en vez de en un papel.
En el nivel de aumentación, la tecnología también actúa como una sustitución directa, pero incluyendo algunas características que ayudan a potenciar la calidad de la práctica. Por ejemplo, incluir imágenes o videos en un editor de texto que ayude a plasmar las ideas escritas con anterioridad.
En el nivel de modificación (primer nivel de la zona de transformación), la tecnología sirve más que para una simple sustitución. De esta manera, la tecnología ayuda a rediseñar la actividad que se realiza. Por ejemplo, la aplicación del corrector de gramática y marcos de oración con los que algunos editores de texto digitales ayudan a sus usuarios a construir un discurso gramaticalmente rico y fortaleciendo su coherencia y cohesión a través de distintas sugerencias generadas por una herramienta de inteligencia artificial.
En el nivel de redefinición, considerado como el nivel más alto de este modelo, la tecnología permite a su usuario desarrollar actividades o tareas que eran inimaginables hace veinte años. De esta manera, la tecnología permite romper los moldes e ir más allá, produciendo experiencias rompedoras que redefinen los límites conocidos hasta ahora. Por ejemplo, la capacidad que tiene un editor de texto online de conectar a personas de todo el mundo para trabajar en un mismo documento mientras se comunica a través de una ventana de chat disponible para potenciar esta comunicación es un ejemplo de redefinir una práctica dotando de oportunidades impensables hace diez años.
La aplicación del Modelo SAMR
La aplicación del modelo SAMR en el aula se enfoca en la etapa de planificación de las unidades o lecciones. Cuando estamos planificando la incorporación de cierta tecnología a una lección y tenemos que plantearnos preguntas clave para valorar la eficacia de esta herramienta en el aula:
¿Cómo esta herramienta me está ayudando a potenciar el aprendizaje de mis alumnos?
¿En qué nivel del modelo SAMR recae el uso de la herramienta tecnológica que estoy aplicando?
¿El uso de esta herramienta tecnológica es una mera sustitución o me permite llegar a límites inalcanzables previamente?
Estas preguntas nos harán reflexionar sobre si de verdad merece la pena incluir esta tecnología en nuestra lección y si esta herramienta me va a permitir alcanzar límites que no podría hacer sin ella. Si durante la reflexión nos damos cuenta que esta herramienta tecnológica no trae ningún beneficio pedagógico al aula tenemos que plantearnos el evitar su introducción.
